Muchos estudiantes de grados de Formación Profesional empiezan con muchas ganas de aprender los contenidos de su futura carrera profesional. Cuentan con mucha motivación y una ilusión muy alta, excepto por el inglés.
Existe un terror a los idiomas que manifiestan algunos alumnos que, o bien han experimentado una carencia en su aprendizaje, o llevan mucho tiempo sin estudiarlo o bien tienen un verdadero trauma a ser ridiculizados enfrente de sus compañeros.
Cualquiera que sea la causa, no es raro encontrar varios alumnos que desde el primer día sufren y penan con la idea de tener que aprender ingles. A esto se le suma el que en los grados de Ciclo Formativo se aprende inglés técnico profesional, y desde la programación se da por sentado que, al acceder a un ciclo formativo desde estudios reglados, los alumnos deberían contar, al menos, con un nivel B1 de inglés.
La realidad es diferente para algunos alumnos que no cuentan con ese nivel inicial y aunque en el centro se haga un repaso desde los niveles más básicos, no es un curso de inglés general, sin cuya base no se puede dominar el vocabulario técnico.
Entonces, ¿cómo plantear este módulo para los estudiantes que tienen ese miedo al inglés? ¿Existe solución para ellos? Y lo que más nos preguntan ¿Se puede mejorar el inglés en un año?
En la mayoría de los casos se recomienda un refuerzo de inglés con clases extra y es un consejo estándar necesario que permite al alumno superar el módulo. Pero si queremos dar un paso más, el objetivo no es superar el módulo, sino superar esa dificultad y sobre todo, romper la barrera emocional.
Desde nuestro centro transmitimos la idea de que el inglés se necesita como medio de comunicación, no de memorización y por ello ofrecemos a los alumnos diferentes opciones para estar en contacto con el idioma inglés cada día y sentirse cómodos con él. De ahí que queremos compartir con vosotros este decálogo.
- Emociónate
Si no hay emoción no hay motivación. Piensa en algo que te apasione (moda, deporte, punto de cruz, tatuajes….) y busca información sobre ese contenido en inglés. Te servirá para seguir aprendiendo sobre tu pasión y te sitúa en el contexto en el que ya tienes información para hacerte una idea de lo que estás viendo o leyendo.
- Cambia el chip
Para estar en contacto diario con el inglés, prueba a cambiar las configuraciones de tu móvil, Google maps, Alexa, el ordenador… Al principio irás más lento pero te da la opción de aprender mediante el uso, no por memorización.
- Ten ratos de ocio
Esos ratos de descanso que todos merecemos y que queremos desconectar viendo la tele, prueba a poner el audio en idioma original. Un truco fácil para poder aprovecharlo es ver series que ya has visto en español y que ya sabes de qué va la trama. Te divertirá conocer expresiones coloquiales que no son académicas y que, aunque no se usen en la escuela, serán muy útiles en tu comunicación. Y si el contenido está relacionado con los estudios de tu grado estás viendo el vocabulario aplicado en escenas.
- Canta
Tiene que haber al menos un cantante que te guste que cante en inglés. Dedícale este año, escucha sus canciones y apréndete la letra de modo que luego te salga sólo, hasta con música. Lleva por dentro el “I will survive”.
- Juega
¿Por qué seguir con el Candy Crush si es todo el tiempo lo mismo? Bájate aplicaciones y juegos para aprender inglés. Plantéate retos en Babbel, Hello English, Innovative Language, FluentU o la que mejor se adapte a ti. Esos ratos en el transporte público se convierten en mini clases que te facilitan ir mejorando.
- Socializa
La noche es joven, y las tardes también. Busca en tu ciudad a los estudiantes extranjeros que están dispuestos a hacer intercambio de idiomas, o inclúyete en los chats de quedadas de estudiantes extranjeros. Puede que no seas tan elocuente y charlatán como lo serías en español, pero la necesidad de comunicarte te hará dar grandes pasos. Es más, te hará cometer muchos errores y dar muchas patadas a la gramática y al diccionario, pero es la mejor forma de que tu cerebro sea consciente de lo que necesita aprender.
- Lee
Lee libros (sí, he dicho libros, mejor si son novelas), en inglés da igual el formato, papel o ebook, la temática o el nivel que se mejor se adapte a ti. Lo bueno de la lectura es que te permite ir a tu ritmo y puedes sacar el significado de muchas palabras por contexto, sin tener que buscarlas en el diccionario.
- Enseña
Es importante compartir el conocimiento y ayudar a los demás, pero ¿has pensado que esto también te puede ayudar a ti? No existe mejor forma de aprender algo que tener que enseñarlo. Esa es la mejor manera de ponerle un orden para poder expresarlo. Por muy mal que pienses que se te da el inglés siempre hay alguien que estará en una situación parecida, ya sea un niño, una persona mayor o un compañero.
- Visualiza
Lo que muchas veces intentas aprender a través de una traducción escrita, puede ser más sencillo si lo asocias a una imagen. Internet está plagado de Pictionarios o puedes crearte los tuyos propios.
- Sé un héroe
Hace poco tuve una conversación con una profesora de inglés en la que hablábamos de lo importante que era enfrentarse a los retos con valor y buena disposición. Si desde principio de curso vas con la idea de que no puedes pasar el módulo, por mucho que los profesores intenten ayudarte, lo vivirás como una tortura. Sin embargo, si te mentalizas de que es algo que puedes superar, con mucho esfuerzo, sí, con muchos errores también, pero con una lucha constante, esto será lo que te convertirá en un héroe, llegues hasta donde llegues.
Este artículo está dedicado a los alumnos que, después de mucho pelear han acabado disfrutando y sintiéndose orgullosos de sus avances “Teacher, ahora no me da vergüenza hablar inglés” y a todos los profesores de inglés que están acompañando a los héroes en esa lucha.